Más de cuatro mil 819 temblores ocurrieron en lo que va de 2025 , según informes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn).

El Salvador es conocido como el «País de las Hamacas», o también como el «Valle de las Hamacas» a causa de estos frecuentes eventos a lo largo de su historia que son descritos como suaves, parecidos el vaivén de una hamaca.

Precisiones del Marn indican que dos mil 994 sismos fueron locales, de los cuales 208 fueron sentidos, y hubo mil 825 regionales, solo 197 percibidos.

El aumento en la sismicidad durante mayo, junio y julio se debe a la actividad telúrica registrada en los distritos de Conchagua, La Unión; Juayúa, Sonsonate; Ciudad Arce, La Libertad; y recientemente en San Lorenzo, Ahuachapán, donde en los últimos días ocurrieron más de 553 sacudidas.

El terremoto mayor, de 6.3 de magnitud, se produjo el 5 de enero frente a la costa de La Paz, a 29 kilómetros al suroeste de la playa Costa del Sol, con 33 kilómetros de profundidad.

El llamado Pulgarcito de las Américas se encuentra en una región de intensa actividad sísmica generada por el proceso de subducción de la placa de Cocos bajo la del Caribe y por la activación de las fallas geológicas, tanto locales como de los países vecinos Guatemala y Honduras.

Los salvadoreños aparentemente están acostumbrados a esta tensión aunque es frecuente escuchar a alguno pronosticar que está pronto a ocurrir una sacudida de gran magnitud.

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