“Ninguna ley es perfecta. Ninguna ley es ideal…», sostuvo el mandatario, quien recordó que el actual tiene 141 años y, por consiguiente, está «desfasado».
En un encuentro con la prensa, el dignatario recordó que debido a las debilidades de la pieza legislativa -no ajustada a los tiempos actuales- hay ciudadanos que violaron la ley y se encuentran en las calles.
Sostuvo que son esas personas las que llevan intranquilidad y muerte a las familias, porque las penas son muy bajas y fueron puestos en libertad.
Reiteró la necesidad y urgencia de contar con una pieza legislativa que endureciera las penas y la lucha contra la criminalidad.
Abinader promulgó la víspera la Ley 74-25 sobre el nuevo Código Penal, que contiene la tipificación de nuevos delitos como el feminicidio, sicariato, violencia económica y la instigación al suicidio, entre muchos otros. La normativa, que entrará en vigor en 12 meses, dispone el cúmulo de penas por varios delitos, además del aumento de la condena máxima de prisión hasta 40 años y programas de reeducación para la reinserción social de los infractores.
También permite sancionar a personas jurídicas que, por negligencia o actos de sus representantes, incurran en delitos.
La reforma extiende los plazos de prescripción de delitos sexuales contra menores de edad y personas vulnerables hasta los 30 años, contados desde que la víctima alcanza la mayoría de edad.
Además de sancionar, incorpora un enfoque preventivo, reconociendo la seguridad ciudadana como una responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad en general.
Su ratificación por el jefe de Estado provocó críticas de organizaciones sociales y defensores de los derechos humanos, ya que el mismo no contiene las tres causas extremas para la interrupción del embarazo sin consecuencias penales: cuando peligre la vida de la madre, malformación congénita y violación o incesto.
npg/mpv





