El monumento erigido en Moscú en honor al Libertador Simón Bolívar fue el escenario propicio para que los presentes exaltaran el valor histórico de la gesta independentista frente a los años de explotación europea contra los territorios latinoamericanos.
“El saqueo de nuestros recursos naturales y el esclavismo permitieron una vida opulenta a Europa. Las monarquías europeas se sostuvieron en el poder por siglos a costa de la sangre, la vida y la riqueza ajena. Hay que decirlo claramente: estos crímenes aún no han sido resarcidos. Esa deuda está pendiente”, enfatizó la embajadora boliviana en el gigante euroasiático, María Luisa Ramos.
Al expresar el discurso central de la conmemoración la diplomática agregó que la brutalidad ejercida por los invasores no logró hacer desaparecer las culturas existentes, las cuales persisten hasta la actualidad en todo el continente.
Lo dicho hasta aquí tiene un fin: recordar que la historia sí importa y nos da lecciones valiosas, recalcó la jefa de la misión diplomática del Estados Plurinacional de Bolivia en la nación eslava.
Asimismo, comentó la necesidad de que las jóvenes generación mantengan el compromiso en la defensa de la soberanía, frente a las acciones aplicadas desde Occidente para intentar colonizar sus pensamientos.
“Hoy con nuevos instrumentos el neocolonialismo ha llegado incluso a la mente. Con distintos mecanismos tecnológicos, de manera muy sutil, se pretende implantar valores ajenos y borrar de la memoria los valores morales y las culturas”, argumentó Ramos.
En ese sentido, comparó el rol a desempeñar por las nuevas generaciones con lo alcanzado por quienes hace 200 años asumieron el liderazgo y cambiaron el destino de la América toda, como es el caso de Túpac Amaru, Túpac Katari, Bartolina Sisa, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, entre otros tantos.
Ellos lideraron la liberación desprendiéndose de todo, del egoísmo y sus propias vidas. En nuestros países, como en diferentes lugares del planeta Tierra, enfrentamos numerosos desafíos. Nuestro deber es superarlos juntos, insistió la embajadora.
Por su parte, el subdirector del Departamento de América Latina y el Caribe de la Cancillería rusa, Anatoly Sokolov, exaltó como los vínculos entre Moscú y La Paz tienen en común la búsqueda del respeto de los pueblos.
“Rusia y Bolivia compartimos tales valores como el anhelo de la libertad, de la independencia, de la soberanía, el rechazo al dictado ajeno, la protección de nuestro derecho a elegir nuestro propio camino, a seguir para satisfacer las necesidades de nuestros pueblos”, sentenció el diplomático.
Igualmente, enalteció al país latinoamericano como socio fiable del gigante euroasiático, “es uno de los mejores amigos de Rusia en América Latina”, acotó.
Sokolov insistió que los contactos bilaterales al más alto nivel confirman que las relaciones ruso-bolivianas no son sujetas a la coyuntura externa y están dirigidas hacia el futuro.
Bolivia celebra este 6 de agosto el Bicentenario de su independencia. Son 200 años de historia desde agosto de 1825, cuando las provincias unidas del Alto Perú decidieron libremente en Chuquisaca conformar una República emancipada.
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