En el informe mensual sobre las “Violaciones de la ocupación y las medidas de expansión colonial”, el jefe de la Comisión de Resistencia al Muro y los Asentamientos, Muayyad Shaaban, denunció que las Fuerzas Armadas de ese país realizaron mil 355 ataques durante ese lapso y los colonos otros 466.
La mayoría de las incursiones se concentraron en las gobernaciones de Ramala (302), Hebrón (300) y Nablus (293).
El funcionario palestino advirtió sobre el aumento de los crímenes israelíes, entre las que citó las demoliciones de estructuras, confiscación de propiedades, vandalismo, imposición de obstáculos al movimiento de personas, asesinatos, agresiones físicas y robos.
La escalada de los extremistas no es un fenómeno aislado, por el contrario, se convirtió en la “verdadera expresión del comportamiento del Estado ocupante, que patrocina el terrorismo, la intimidación y el desplazamiento, en paralelo con el genocidio en la Franja de Gaza”, afirmó.
Shaaban destacó que los ataques de los colonos en julio provocaron la muerte de cuatro civiles palestinos en la Ribera Occidental y denunció sus intentos de establecer en ese lapso al menos 18 nuevos asentamientos en ese territorio.
En ese mes se efectuaron 75 operaciones de demolición contra 122 estructuras palestinas, incluidas 60 viviendas habitadas, 11 vacías, 22 instalaciones agrícolas y 26 centros de subsistencia, explicó.
Más de 750 mil colonos judíos viven en la actualidad en la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Este, distribuidos en 180 asentamientos y 256 puestos de avanzada, según datos oficiales.
La comunidad internacional rechaza esa política expansionista y considera a ese territorio como parte del futuro Estado palestino.
Recientemente, una organización no gubernamental israelí alertó sobre la escalada de violencia y la estrategia de colonización impulsada por el gobierno de Benjamin Netanyahu en Cisjordania.
El director de investigación del Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem), Karim Jubran, advirtió sobre el deterioro de la situación.
Tal estrategia se enmarca en la política de apartheid, practicada por las autoridades israelíes, señaló el directivo de B’Tselem.
Jubran consideró que ese país pretende, a través de la escalada de medidas y ataques de los colonos, ejecutar una limpieza étnica en Cisjordania y desplazar a los ciudadanos de sus tierras.
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