Cambio climático altera composición del nitrógeno en los ríos árticos

dedican-al-cambio-climatico-dia-mundial-de-la-radio
Washington, 6 ago (Prensa Latina) El cambio climático priva al océano Ártico de nutrientes esenciales, y los seis ríos más grandes de la región aportan hoy una menor cantidad del nitrógeno que los ecosistemas marinos necesitan para sobrevivir, alertan expertos.

Según una nueva investigación realizada en una de las regiones más vulnerables del planeta, el aumento de las temperaturas y el deshielo del permafrost están alterando radicalmente la composición química de los ríos árticos.

Como resultado, las redes tróficas costeras que han sustentado a las comunidades indígenas durante milenios se están viendo privadas de nitrógeno inorgánico, un nutriente esencial, lo que podría desencadenar efectos en cascada en todo el ecosistema del océano Ártico.

Para Bridger J. Ruyle, de la Escuela de Ingeniería Tandon de la Universidad de Nueva York, quien dirigió la investigación, «esto es una señal de alerta para el Ártico», publicó la revista Global Biogeochemical Cycles.

Añadió que los rápidos cambios en la composición química del nitrógeno fluvial podrían transformar por completo el funcionamiento de estos ecosistemas marinos.

La pesquisa analizó 20 años de datos de seis importantes ríos árticos: Yeniséi, Lena, Ob’, Mackenzie, Yukón y Kolimá, que en conjunto drenan dos tercios de la superficie terrestre que desemboca en el océano Ártico.

Estos ríos transportan nitrógeno que sustenta hasta el 66 por ciento de la producción primaria del ecosistema en las regiones costeras del Ártico.

Entre 2003 y 2023, Ruyle y su equipo documentaron disminuciones del nitrógeno inorgánico acompañadas de aumentos simultáneos del nitrógeno orgánico disuelto, una forma mucho menos biodisponible del elemento, en cuatro de los seis ríos.

Los hallazgos revelan que el incremento de las temperaturas y las precipitaciones causado por el cambio climático impulsa el cambio en la composición del nitrógeno a través de sus efectos en la descarga fluvial y el deshielo del permafrost.

Este trabajo demuestra por qué debemos considerar la calidad del agua y el cambio climático como desafíos fundamentalmente vinculados, afirmó Ruyle.

«A medida que el cambio climático se intensifica, debemos comprender estas interconexiones para proteger tanto la salud humana como la integridad de los ecosistemas», apuntó el especialista.

arc/lpn

MINUTO A MINUTO
relacionadas
EDICIONES PRENSA LATINA
Copy link