Durante la primera mitad de 2025, los ingresos brutos generados por estas actividades alcanzaron cerca de dos mil millones de dólares, un monto que superó por primera vez al recaudado por los casinos físicos.
La principal entidad bancaria de la nación aseguró que brinda los toques finales a una nueva normativa, diseñada tras un proceso de consulta pública.
Tal conjunto de disposiciones exigirá a bancos, monederos digitales y otros proveedores de servicios financieros implementar mecanismos más rigurosos para prevenir los daños derivados del juego.
Entre las medidas propuestas, orientadas a reducir el riesgo de adicción, se incluyen controles más estrictos para la verificación de la identidad de los usuarios, la imposición de límites en las transferencias relacionadas con apuestas y la aplicación de restricciones temporales con el objetivo de disminuir conductas impulsivas.
Según un comunicado oficial, se exigirá además la creación de herramientas que permitan a los propios usuarios establecer límites de gasto para un control más responsable.
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