La jueza federal de distrito Kathleen Williams emitió su veredicto durante una audiencia este jueves. La instalación podrá seguir operando y albergando a detenidos para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Sin embargo, la disposición legal prohíbe agregar nuevos objetos de obra como relleno, pavimentación o infraestructura durante los próximos 14 días.
Grupos ambientalistas y la tribu Miccosukee solicitaron a la magistrada Williams que se pronunciara por una orden preliminar para detener las operaciones y continuar la construcción.
La demanda alega que el proyecto de Alligator Alcatraz puso en riesgo humedales ambientalmente sensibles que son el hábitat de plantas y animales protegidos y revertiría miles de millones de dólares en restauración ambiental.
El pasado 1 de julio, el presidente Donald Trump asistió a la inauguración del polémico Alligator Alcatraz (Alcatraz Caimán o Alcatraz de los caimanes), construido en tiempo récord en esa zona del sureño estado de Florida.
Trump recorrió entonces la instalación -convertida ya en símbolo de su agresiva agenda en materia migratoria- que tiene capacidad para tres mil extranjeros en espera de deportación.
El centro lo levantaron en una remota pista de aterrizaje con tiendas de campaña y remolques que generalmente se utilizan después de un desastre natural y el nombre de Alcatraz Caimán, tiene mucho que ver con el entorno del lugar: rodeado de caimanes y pitones.
Además, es una referencia a la tristemente célebre cárcel de Alcatraz, en la bahía de San Francisco, California, en la actualidad convertida en museo.
Trump comentó que el un nuevo centro de detención podría ser un modelo para futuros proyectos en momentos en que su administración busca asegurar y expandir la infraestructura necesaria para acelerar e incrementar las deportaciones.
“Este no es un asunto agradable”, indicó Trump a los periodistas al lanzar su mofa: “les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si escapan de la prisión (…) No corran en línea recta. Corran así”, añadió al tiempo que movía una de sus manos en zigzag. “¿Y saben qué? Sus posibilidades aumentan alrededor de un uno por ciento”, remató.
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