No podemos como sociedad tolerar este tipo de acciones que atentan contra la democracia y defensa de los derechos de las comunidades originarias, señaló el mandatario en conferencia de prensa desde el Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno.
El jefe de Estado consideró a los exlíderes de los 48 Cantones del departamento de Totonicapán defensores de la democracia y hombres de paz, con quienes se solidarizó, detenidos ellos a fines de abril último por las protestas que respaldaron el resultado de las elecciones de 2023.
En el espacio llamado La Ronda, Arévalo expresó que tales maniobras del Ministerio Público, “cometidas desde instituciones de justicia cooptadas”, impactan también toda la sociedad.
Sabemos que la deuda histórica sigue pendiente y por eso continuaremos trabajando por la democracia, el desarrollo y por los derechos humanos, para construir caminos de unidad entre los cuatro pueblos que conforman la nación, afirmó el político de 66 años.
Previo a presentar una iniciativa de Ley para impulsar inversión en comunidades indígenas, el abanderado del partido Movimiento Semilla reconoció las luchas de estas, el trabajo y además las enseñanzas que como Ejecutivo reciben e intercambian.
El diálogo con sus autoridades ha sido nuestra herramienta para comenzar a entrar en una etapa de respeto y afirmación humana entre los diversos pueblos del país, que es central para cerrar las brechas de desigualdad e injusticia histórica que nos atraviesan y que nos dividieron, reflexionó.
Ante líderes ancestrales, Arévalo consideró que esa es la oportunidad para construir juntos el significado de la palabra democracia a través de escuchar, la búsqueda de acuerdos y el entendimiento natural.
Los retos que enfrentamos, sin embargo, son enormes, añadió, mientras expuso que el racismo y la discriminación son problemas añejos que siguen atravesando las zonas de pensar, de vivir, de convivir y de gestionar las diferencias.
Son problemas históricos que nos afectan, limitan y nos lastiman a todos y a todas, aseveró el mandatario, quien admitió nuevamente la enorme deuda histórica con los pueblos indígenas.
Aunque en el tiempo que dura nuestra gestión no podremos resolver las dolorosas brechas de desigualdad, producto de 500 años, sabemos –subrayó- que bien podemos cimentar un proceso de valoración de los pueblos indígenas como sujetos políticos.
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