Religiosos denuncian el nivel de violencia alcanzado en HaitÍ

Puerto Príncipe, 7 ago (Prensa Latina) La Arquidiócesis de Puerto Príncipe denunció el nivel de violencia alcanzado en Haití, donde hoy el crimen desconoce límites y lo impensable se convierte en un hecho cotidiano.

«Una vez más, los crímenes cometidos con escalofriante cinismo dan testimonio del naufragio de la humanidad en nuestra sociedad», subraya un comunicado.

El texto -divulgado por el diario digital El National-explicó que ocho personas, entre ellas un niño y un misionero irlandés fueron secuestrados el orfanato de Santa Elena en Kenscoff la noche del 3 de agosto.

La Arquidiócesis de Puerto Príncipe expresó estar horrorizada por este plagio, pues se trataba de un lugar de cuidados, refugio, educación y esperanza.

Dicha entidad religiosa, calificó este acto de barbarie y consideró lo ocurrido un signo de colapso moral, un fracaso del Estado y una sociedad que está perdiendo el sentido de la vida humana.

Instó a la población a tomar medidas concretas para rechazar este clima de deshumanización.

La Arquidiócesis de Puerto Príncipe pidió a las autoridades que dejen de lado sus disputas internas y asuman sus responsabilidades para garantizar la seguridad de todos, y obtener la liberación inmediata de los secuestrados.

Recientemente, la Conferencia de Obispos Católicos de Haití condenó el terror que imponen los pandilleros, y pidieron a las autoridades gubernamentales rendir cuenta sobre su gestión de proteger a la ciudadanía.

Los líderes de la nación deben decir que están haciendo respecto al resguardo de los bienes esenciales como la vida, la libertad, la cultura y la memoria nacional, subraya un comunicado.

Cuestionaron el cumplimento de las promesas del gobierno de acabar con la violencia de las bandas criminales, que cada vez son más poderosas y dedican su tiempo a sembrar el pánico con sus secuestros, asesinatos, extorsiones y todo tipo de abuso.

mem/joe

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