Según el director de la Policía Nacional (PN), Jaime Fernández, en el último año se han incautado 160 toneladas de drogas en general, las que se producen en Suramérica y transitan por Panamá con destino a Estados Unidos y Europa.
Las principales incautaciones se han efectuado en los puertos de Colón y Panamá, y también en alta mar, siendo la cocaína la sustancia ilícita más decomisada, precisó el funcionario a la prensa.
Durante la administración del presidente José Raúl Mulino se ha decomisado 80 por ciento más de droga con respecto al mismo periodo de la administración anterior, recalcó.
Las autoridades también han advertido de la aparición de nuevos narcóticos, drogas sintéticas que también pasan por Panamá y cuya producción va en incremento, sobre todo fentanilo y las metanfetaminas.
En la semana que concluye, durante la Conferencia Internacional de Drogas Sintéticas 2025, el exdirector de la Policía de Colombia, Jorge Vargas, señaló que este tipo de estupefacientes tienen el potencial de causar más problemas que la cocaína en el mundo.
De otra parte, Fernández comentó que los narcotraficantes están utilizando sustancias ilícitas como moneda de pago a personas encargadas de “contaminar” los cargamentos en los puertos.
En operativos recientes, agregó, se identificaron unas 180 pandillas, radicadas principalmente en la ciudad capital y la caribeña provincia de Colón.
También se conoció que el 85 por ciento de los homicidios investigados en el país están relacionados con trifulcas por el control territorial o por disputas entre cabecillas de bandas criminales.
El año pasado, el Ejecutivo anunció la estrategia Panamá 3.0, que endurecía los toques de queda y nuevos despliegues policiales en puntos estratégicos de Panamá, Colón y Panamá Oeste.
Para varios analistas, no solo es el método represivo el que contiene esos flagelos, e instan a encontrar un enfoque que ataque los ambientes de pobreza y desigualdad, los cuales facilitan la entrada del crimen organizado en la sociedad.
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