En declaraciones a la prensa, aseguró que no hay registros de incidentes y las actividades de las instituciones públicas y privadas se desarrollan normalmente, a la vez que hay libre tránsito de personas y bienes, y lo taxis circulan sin contratiempos.
Rodrigues sostuvo que la Policía adopta las medidas para garantizar el orden público y la continuidad de la vida cotidiana, incluida la realización de eventos nacionales e internacionales.
En redes sociales se difundieron convocatorias para una nueva paralización del transporte colectivo y los servicios de taxis desde este lunes hasta el 17 de agosto, pero las principales asociaciones y cooperativas de taxistas se desmarcaron de esta iniciativa.
El portavoz de la Policía insistió en la necesidad de informarse por los canales oficiales y desechar las informaciones tendenciosas de redes sociales y sitios web que buscan desestabilizar el país.
El tema de la seguridad pública se discute este lunes en el Consejo de la República, mientras que el Servicio de Investigación Criminal (SIC) continúa indagando sobre los disturbios ocurridos del 28 al 30 de julio, por lo cual ya han sido detenidas varias personas como sospechosos de ser los autores de lo ocurrido.
Entre los que están bajo investigación se encuentran el presidente y vicepresidente de la Asociación Nacional de Taxistas de Angola (Anata), Francisco Paciente y Rodrigo Luciano Catimba, respectivamente.
El SIC también detuvo a cinco personas por presuntas actividades vinculadas a los delitos de asociación criminal, falsificación de documentos, terrorismo y financiación del terrorismo.
Dos de estos detenidos son ciudadanos extranjeros que al parecer estuvieron implicados en el reclutamiento y financiación de nacionales para la producción de materiales de propaganda y difusión de información falsa en las redes sociales, así como la promoción de manifestaciones y saqueos.
Angola vivió del 28 al 30 de julio una ola de protestas, saqueos y disturbios que afectó a varias provincias, principalmente a la capital, y dejó un saldo oficial de 30 muertos, casi 300 heridos y más de mil 500 detenidos.
El detonante de estas acciones fue la inconformidad con el incremento del precio del diésel y el pasaje, lo que motivó que una parte de los operadores de taxis decidieran paralizar los servicios, a pesar de que la convocatoria oficial de las principales asociaciones y cooperativas se desestimó tras conversaciones con el Gobierno.
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