El Departamento de Policía del Condado de Allegheny dijo en un comunicado que dos personas estaban desaparecidas, mientras informes de hospitales locales aseguran que al menos nueve personas eran atendidas por lesiones asociadas a la explosión.
La fuerte detonación, ocurrida en la planta de Clairton Coke Works, generó una gran columna de negro que se elevaba hacia el cielo en el valle de Monongahela, un área del estado de Pensilvania que durante los siglos XIX y XX fue muy utilizada en la industria del acero.
Los indican que las descargas se produjeron dentro de una sala que funciona como un regulador mecánico que asegura que el carbón se hornee de manera uniforme.
La planta de Clairton opera 10 baterías de hornos de coque (un combustible sólido formado por la destilación de carbón bituminoso calentado a temperaturas de 500 a mil 100 °C sin contacto con el aire) y produce aproximadamente 4.3 millones de toneladas de coque al año.
El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, lamentó la tragedia y prometió el pleno apoyo de su administración.
Por su parte, el senador demócrata John Fetterman comentó a la prensa que esta explosión «les recuerda a todos lo peligroso que es el trabajo de fabricar acero aquí». Para el legislador «es absolutamente trágico».
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