La grabación, registrada el pasado 16 de julio por una cámara de vigilancia, evidencia cómo hombres armados, presuntamente vinculados al Ministerio de Defensa y a las Fuerzas de Seguridad Interna, sacan por la fuerza a uno de los arrestados, lo golpean y le disparan a quemarropa, arrastrando después su cuerpo a otra dependencia del centro médico.
En las imágenes se observa además a decenas de personas vestidas con ropa de personal sanitario, arrodilladas dentro de una de las salas, bajo la vigilancia de efectivos militares.
Fadel Abdul Ghani, director de la Red Siria para los Derechos Humanos, afirmó que el material difundido sería solo un fragmento de una grabación más amplia, e indicó que existen fuertes indicios que vinculan al agresor con la Seguridad General.
Según opinó, la Fiscalía siria dispone ya de elementos suficientes para detener al responsable sin esperar el resultado de la comisión de investigación. El activista denunció que la entidad que controlaba el hospital estaría difundiendo de manera selectiva ciertos videos, y apuntó que algunos de los cuerpos hallados en este centrto médico pertenecerían también a beduinos y miembros de la Seguridad General, además de los trabajadores sanitarios.
Recalcó que el hospital debía haber sido tratado como la escena de un crimen, con procedimientos forenses completos.
En un mensaje publicado en redes sociales, Abdul Ghani instó a divulgar todas las grabaciones para esclarecer lo sucedido y señaló la implicación de varias partes en los asesinatos, entre ellas miembros de la Seguridad General, el Consejo Militar de Sweida y grupos armados tribales.
También solicitó la intervención de la Comisión Internacional de Investigación de la ONU, al considerar que la instancia nacional carece de credibilidad ante el rechazo social.
Por su parte, el Ministerio del Interior sirio confirmó haber revisado el video y condenó el hecho “con la mayor firmeza”, asegurando que los responsables serán arrestados y procesados, “sin importar su afiliación”.
El titular de la cartera, Anas Khattab, ordenó al asistente para asuntos de seguridad, Mayor General Abdul Qader al-Tahan, supervisar personalmente las pesquisas y garantizar la identificación y captura inmediata de los implicados.
El número de muertos a causa de los enfrentamientos armados que se produjeron a medianos de julio pasado en la provincia sureña siria de Sweida, ascendió a mil 311, entre ellos civiles y militares.
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