«Según la información disponible recibida a través por diversos canales, el gobierno de Kiev prepara una provocación para interrumpir las conversaciones ruso-estadounidenses programadas para el próximo viernes en Alaska», señala el comunicado de la cartera militar.
Con este fin, el lunes 11 de agosto Ucrania llevó a periodistas extranjeros a la ciudad de Chujúyiv, en la provincia de Járkov, bajo el pretexto de «preparar una serie de reportajes sobre los residentes de la ciudad en la zona del frente», precisó el ente castrense ruso.
Según la nota, Kiev planea lanzar un ataque con drones y misiles inmediatamente antes de la cumbre del próximo viernes contra una zona residencial densamente poblada o contra un hospital, con un gran número de víctimas civiles, lo que sería inmediatamente «atestiguado» por los periodistas occidentales llevados a la zona.
Además, el Ministerio de Defensa ruso no descarta que Ucrania pueda ejecutar provocaciones similares en otras zonas bajo su control, sobre todo en las provincias de Jersón o Zaporozhie, añadió el Ministerio de Defensa.
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