En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados acogió con satisfacción una declaración especial emitida por 27 países que advirtieron sobre la gravedad de la situación humanitaria en la Franja de Gaza.
El texto también exigió la entrada de la ayuda al enclave costero y subrayó la necesidad de adoptar medidas urgentes para frenar la hambruna y evitar su politización.
Los firmantes de ese documento expresaron su apoyo a los esfuerzos de los mediadores para alcanzar un alto el fuego allí.
La Cancillería palestina instó al mundo a traducir este consenso internacional en medidas prácticas y vinculantes para obligar a Israel a detener sus continuas violaciones.
Esta semana, en otro comunicado, el Ministerio cuestionó el fracaso global en parar la agresión contra Gaza y reclamó medidas urgentes contra ese país.
Consideró sospechosa la incapacidad de la comunidad internacional para poner fin a la catástrofe humanitaria que sufre el enclave costero, donde viven más de dos millones de personas.
Pese al consenso internacional, el Estado ocupante expande su campaña bélica y utiliza el hambre, la sed y la negación de tratamiento médico como armas de guerra, denunció la cartera.
El Ministerio enfatizó que proteger la Franja es un deber moral, legal y político, que no debe estar sujeto a cálculos o intereses estrechos.
De acuerdo con datos oficiales, desde el inicio de la ofensiva castrense israelí contra ese territorio, hace 22 meses, más de 61 mil palestinos perdieron la vida allí y más de 153 mil sufrieron lesiones.
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