En la ceremonia de inicio del duelo entre el club francés, titular de la Liga de Campeones, y el inglés, monarca de la Liga Europa, la organización invitó al Bluenergy Stadium, de Údine, a nueve niños refugiados en Italia procedentes de zonas de conflicto, entre ellas Afganistán, Iraq, Nigeria, Palestina y Ucrania.

Una banderola con la frase “Paren de asesinar a niños y civiles” acompañó a los equipos, que también la portaron en sus uniformes.

Para la clausura de la Supercopa, la UEFA adelantó que en la premiación estarán dos pequeños palestinos atendidos en suelo italiano de sus heridas y traumas en la Franja de Gaza, un territorio devastado por Israel.

Los escogidos son Tala, una niña de 12 años que recibe tratamiento en Milán, y Mohamed, de nueve, quien perdió a sus padres en el enclave sometido por el ejército israelí a 22 meses de agresión.

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