A 72 horas de las elecciones generales, en la noche de este jueves, durante una ceremonia en la Casa Grande del Pueblo (sede gubernamental), el mandatario tomó juramento al contralmirante Gustavo Primitivo Anibarro Escobar como comandante de las Fuerzas Armadas.
El general de brigada Sherman Mario Sempertegui Tames asumió como jefe del Estado Mayor; mientras que el general de Brigada Roberto Pablo Delgadillo Vázquez ocupa desde ahora la jefatura del Ejército.
Al frente de la Fuerza Aérea Boliviana quedó el general de Brigada Marco Antonio Choquehuanca Marín y el contralmirante Freddy Pozo Rodríguez encabeza desde este jueves la Armada Boliviana.
“Los distinguidos generales que hoy son posesionados tienen una misión, además del mandato constitucional de la preservación de la democracia y el respeto a la Constitución Política del Estado, es el de mantener la paz y la gobernabilidad del Estado (…)”, aseguró el dignatario.
Insistió en que las nuevas autoridades, fundamentalmente, deben garantizar “la estabilidad de todos los gobiernos legalmente y democráticamente constituidos”.
Arce advirtió a los nuevos mandos que “ignorar estos valores supremos constitucionales” sería una gran falta al pueblo boliviano.
“Nunca vamos a compartir y no lo hemos hecho, ni lo vamos a hacer, de levantar las armas del Ejército, de las Fuerzas Armadas en general, contra nuestra población (…)”, insistió el jefe de Estado.
Remarcó en referencia a los comicios generales del próximo domingo que “hay que respetar el proceso democrático, tenemos diferencias y las diferencias se las deben arreglar en las urnas, democráticamente”.
Arce convocó a la población a reflexionar y acudir a las urnas, y ratificó su compromiso de llevar adelante una transición democrática y ordenada para entregar el mando del país a las nuevas autoridades que reciban el apoyo de la población.
De su lado, al agradecer el nombramiento, el nuevo comandante de las Fuerzas Armadas, el contralmirante Anibarro, garantizó el respecto a los preceptos constitucionales de preservar “el mandato constitucional, la paz, la unidad nacional y la estabilidad de las instituciones democráticas del Estado”.
Reafirmó, asimismo, el compromiso con la defensa de la soberanía de la patria, el desarrollo integral del país y la indeclinable decisión de reivindicación marítima.
“Requiero el compromiso del acatamiento a las órdenes superiores a los miembros de la institución castrense, las cuales contribuirán en acciones conducentes a las políticas institucionales conforme a las normas establecidas”, concluyó el contralmirante.
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