Los efectivos del escuadrón Cobra, encargados de resguardar a un funcionario, fueron agredidos con palos y bengalas por manifestantes, pese a identificarse como fuerzas oficiales.
Un militar disparó al aire para dispersar a los atacantes, acción calificada como proporcional por las autoridades.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, denunció que más de 60 civiles y 16 policías también sufrieron lesiones durante los disturbios nocturnos en Novi Sad y Belgrado.
Manifestantes vandalizaron sedes del gobernante Partido Progresista Serbio (SNS) con piedras y artefactos incendiarios.
El ministro del Interior, Ivica Dacic, advirtió que los responsables serán detenidos en 48 horas.
Vucic minimizó el alcance de las protestas, con unos tres mil participantes en Belgrado, mientras el ex primer ministro Miloš Vučević prometió defender las instalaciones partidistas.
Las tensiones políticas en Serbia se recrudecen tras las recientes elecciones, cuestionadas por la oposición.
En el país balcano se vive un clima de polarización que podría intensificarse en las próximas semanas.
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