Hasta ahora centenares de personas resultaron detenidas y se reportan a diario decenas de agentes de policía heridos durante las protestas en Novi Sad, Belgrado y otras ciudades, informó el vice primer ministro y titular del Interior, Ivica Dacic.
Resumimos los brutales ataques nocturnos. El ataque a la policía fue masivo, sin pretexto ni motivo alguno. (…) 75 policías resultaron heridos anoche. (…) Fueron detenidos 114 participantes de los disturbios, anunció el ministro ante la prensa y resaltó que ningún episodio de intervención policial se produjo hasta que los agentes fueron atacados.
Los incidentes más graves ocurrieron la víspera en la ciudad de Novi Sad, donde las oficinas del partido gobernante Partido Progresista Serbio (SNS) quedaron destruidas en varios lugares, denunció.
El Ministerio de Justicia serbio calificó los disturbios como un golpe contra el orden constitucional y advirtió de responsabilidad penal para los implicados.
La institución recordó que la Constitución y las leyes del país definen la responsabilidad penal por ataques físicos, intimidación y amenazas por motivos políticos y que las personas que los cometan serán identificadas y castigadas según el código penal.
Las protestas de estudiantes y partidarios de la oposición estallaron tras la muerte de 16 personas por un derrumbe de marquesina en la estación de trenes de Novi Sad el 1 de noviembre de 2024, pero las autoridades sostienen que esas acciones tienen como objetivo derrotar al Gobierno y al presidente y que detrás de las mismas están organizaciones y medios financiados desde el extranjero. Casi a diario los manifestantes bloquean las calles, exigen publicar toda la documentación relativa a la reconstrucción de esa estación ferroviaria, reclaman una investigación y castigo para los funcionarios vinculados con la tragedia.
Según el presidente Aleksandar Vucic, desde el exterior se invirtieron tres mil millones de euros en 10 años para derrocar a las autoridades nacionales.
El Gobierno serbio publicó numerosos documentos relacionados con la reconstrucción de la estación ferroviaria de Novi Sad y llamó a las facciones opositoras al diálogo, sin obtener hasta el momento respuesta, según información de la agencia rusa de noticias Sputnik.
Por otra parte las tensiones políticas se recrudecieron tras las elecciones legislativas de 2023, cuestionadas por la oposición, en la que el partido del presidente Aleksandar Vučić, de corte nacionalista, ganó de forma rotunda en las elecciones legislativas.
Sin embargo, la sombra del fraude electoral planea sobre las votaciones municipales de Belgrado, la capital, donde la oposición denuncia manipulación de los resultados en favor del oficialismo.
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