A una semana del cierre de esta cita continental, el aire de Asunción se carga de expectativas para la delegación cubana, que confía en que el taekwondo y los clavados abran un nuevo capítulo de gloria.
En el Polideportivo Deportes Urbanos, tres exponentes del arte marcial —Yoikel Daniel Goicochea (+80 kg), Elianet María Crespo (+67 kg) y Anaicel León (-67 kg)— aguardan su debut. Tras semanas de entrenamientos intensos, golpes secos y miradas afiladas, se sienten listos para irrumpir en el tatami.
Goicochea, campeón de la IV PanAm Serie en Querétaro y heredero del temple deportivo de su madre, la exbasquetbolista Dalia Henry, encabeza las aspiraciones. Crespo, tercera del ranking continental, y León, séptima, completan una terna que busca romper el silencio dorado que dejó el taekwondo en Cali-Valle 2021, donde no se conquistaron medallas.
Mientras tanto, en el Centro Acuático Nacional, los saltos ornamentales vuelven a despertar memorias felices: hace cuatro años otorgaron a Cuba 2 oros, 2 platas y 1 bronce.
Hoy será el turno exclusivo de Frank Abel Rosales en el trampolín de un metro, un joven de 19 años que ya sorprendió en la cita panamericana de mayores en Santiago de Chile con un cuarto lugar y que repitió idéntico desempeño en el Campeonato Mundial Juvenil de 2024.
Su nombre, forjado entre vuelos y giros sobre el agua, encarna la continuidad de aquella generación encabezada por Anisley García, reina cubana de Cali-Valle.

La jornada anterior dejó un saldo discreto: sin brillos en ciclismo ni vela, aunque el baloncesto femenino logró el séptimo puesto tras derrotar 34-25 a México y el voleibol masculino selló la quinta plaza al vencer 3-0 a Costa Rica.
Hoy, sin embargo, la delegación cubana se levanta con un rayo de esperanza. Entre el eco de los gritos en los tatamis y el rumor líquido de los trampolines, late la posibilidad de que la bandera antillana vuelva a ondear en este escenario multideportivo juvenil.
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