Según el parte de la cartera militar dado a conocer este domingo en su canal oficial de Telegram, 16 vehículos aéreos no tripulados ucranianos fueron derribados en la región de Bélgorod; 14 en la de Nizhni Novgorod, nueve sobre Voronesh, tres en Briansk, así como uno per cápita en Kursk, Oriol, Kaluga y Smolensk.
Por su parte, la agencia nacional del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó con anterioridad de cierres provisionales de Kazán y Nizhni Nóvgorod en la jornada, con el objetivo de garantizar la seguridad de los vuelos.
El gobernador de la región de Sarátov, Román Busarguín, comunicó que la caída de fragmentos de un dron en el patio de un edificio residencial causó varios heridos y una víctima mortal.
En tanto su homólogo de Kursk, Alexandr Jinshtéin, informó que dos personas murieron en esa provincia como resultado del ataque de un dron.
«Según información preliminar, dos personas murieron como resultado de un ataque con drones enemigos en el distrito de Rilski. Se trata de un hombre de 52 años y su hijo de 13 años», publicó Jinshtein en su canal de Telegram. El gobernador indicó que el ataque provocó que el automóvil se incendiara.
Desde el inicio el 24 de febrero de 2022 de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, los ataques con drones lanzados desde ese último país contra objetivos militares e infraestructura civil en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en lugares más seguros.
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