Una reciente reunión de los legisladores con la vicepresidenta Carolina Cosse, el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, y el presidente del FA, Fernando Pereira, delineó la estrategia sobre la normativa legislativa, cuya propuesta será entregada al Parlamento el último día de agosto.
El coordinador de la bancada de senadores frenteamplistas, Daniel Caggiani, destacó que el presupuesto guiará la acción del gobierno el próximo lustro.
Señaló que se “pretende reequilibrar las cuentas públicas” y anticipó que “habrá restricciones” por la incertidumbre mundial “con muchos cambios en los flujos de comercio”.
También mencionó sobre “muchas restricciones nacionales, porque la casa no está tan ordenada como nos habían planteado”.
Al respecto refirió la herencia dejada por la administración anterior con “un déficit fiscal importante, un endeudamiento importante a nivel internacional y un atraso cambiario que dificulta sobre todo la producción nacional”.
Caggiani adelantó que el presupuesto busca promover la apertura económica, innovación tecnológica y la eficiencia en la gestión pública, además de garantizar el crecimiento del salario y atender el endeudamiento de los hogares.
Fija compromisos para enfrentar el crimen organizado, blindar fronteras y combatir el lavado de activos y la corrupción.
Además prevé una “reforma profunda” en las cárceles y medidas para mejorar la calidad de vida del personal policial.
En el eje de cohesión y cuidados (13 compromisos) se centra el esfuerzo en la infancia, con la permanencia de los niños en el sistema educativo y el acceso equitativo a servicios de salud, medicamentos y prestaciones.
La propuesta en infraestructura prioriza la movilidad metropolitana, el Plan Nacional de Agua, con la represa de Casupá, la conectividad vial y el hospital de la Costa de Oro.
Sobre vivienda aspira a un plan de acceso al crédito hipotecario para sectores medios, la aceleración de proyectos cooperativos y la creación de un stock destinado a alquileres, con foco también en el medio rural.
oda/ool
