De acuerdo con declaraciones divulgadas por el canal Al-Mamlaka TV, el jerarca ortodoxo afirmó que el constante respaldo del Rey Abdulla II a la Iglesia refleja la valentía y la sabiduría que han caracterizado al liderazgo hachemita a lo largo de los años.

Teófilos subrayó la importancia de la solidaridad de Jordania al condenar las agresiones israelíes y las restricciones contra los cristianos en Jerusalén, entre ellas la reciente congelación de las cuentas bancarias del Patriarcado Ortodoxo Griego, lo que calificó de una medida arbitraria e injusta.

La custodia hachemita de los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén garantiza el acceso sin trabas de los fieles a los sitios de oración, preserva el statu quo histórico y protege la identidad espiritual y cultural auténtica de la ciudad y de toda Tierra Santa”, recalcó.

El Patriarca reconoció la posición única de Jordania, los Hachemitas y el rey Abdullah en la Iglesia Ortodoxa, a quien describió como custodio legítimo de los lugares santos musulmanes y cristianos, en continuidad con la histórica Carta de la Umariya.

“Estamos convencidos de que la garantía de nuestra permanencia en Tierra Santa reside en la legítima y justa custodia hachemita”, aseveró.

“Nos inspira la postura firme como una montaña de Jordania en apoyo a la causa palestina y a los derechos de su pueblo orgulloso y resiliente”, agregó.

En relación con la confiscación de fondos eclesiásticos, Teófilos advirtió que esas medidas afectan la labor social y humanitaria del Patriarcado, incluidas escuelas, centros de servicios y programas de asistencia a los más necesitados.

Destacó que la coordinación con otras iglesias ha permitido elevar una voz unificada ante la comunidad internacional para exigir el cese inmediato de tales prácticas.

El Patriarca exhortó, además, a la comunidad internacional a asumir su responsabilidad moral y humanitaria, y a poner fin a las medidas impuestas por la ocupación, al tiempo que reiteró que el pueblo palestino permanecerá en su tierra y continuará defendiendo su derecho a vivir en Jerusalén y en toda Tierra Santa.

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