El administrador de esa entidad, António Nunes, informó de la iniciativa en declaraciones a la prensa tras reunirse con Rebelo de Sousa en la residencia oficial, en esta capital.

Sin precisar el día, explicó que organizarán un nuevo encuentro con el presidente portugués durante la próxima semana, “con más tranquilidad”, y que expondrán sus sugerencias en “un momento difícil para la Liga, para los bomberos y para el país”.

Nunes opinó que el primer ministro luso, el conservador Luís Montenegro, incluyó en su programa “una ventana de oportunidad para alterar el sistema”. Sus sugerencias implicarán la gestión de los cuerpos de bomberos en el país, que están compuestos mayoritariamente por los llamados bomberos voluntarios y que dependen de asociaciones humanitarias o de municipios.

Estos ascienden a un total de 28 mil, según cifras ofrecidas el pasado año por Nunes, aunque no existen estadísticas actualizadas oficiales sobre el número de efectivos disponibles y cuántos de ellos son realmente voluntarios.

Portugal atraviesa desde hace semanas una ola de calor e incendios que tiene al país en estado de alerta hasta el próximo martes y llevaron al Ejecutivo a activar el mecanismo europeo de protección civil.

Hoy existen 37 incendios rurales en el país, combatidos por tres mil 700 efectivos, mil 200 medios terrestres y 21 medios aéreos.

De los bomberos, más de un millar se encuentran hoy desplegados en un siniestro rural en la localidad de Arganil (distrito de Coimbra) en una jornada en la que se prevé una bajada de temperaturas en prácticamente todo el territorio.

El comandante nacional de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil lusa, Mário Silvestre, explicó en rueda de prensa que este es uno de los cinco grandes incendios que más preocupación les generan.

Mientras el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera indicó en su web que los concejos que se encuentran en riesgo máximo superan el centenar, mientras que los que están en peligro muy elevado rondan los setenta.

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