En declaraciones al medio Paris Match, el mandatario precisó que el jefe de Matignon tiene la capacidad de mantenerse en el puesto hasta el 2027, cuando Macron culminará su segundo y último mandato presidencial.

Bayrou es mi amigo, mi compañero de ruta, abundó el jefe del Estado.

El primer ministro cuenta con una baja popularidad, situada el mes pasado en apenas 18 por ciento, según una encuesta divulgada por el semanario Le Journal du Dimanche.

La polémica ronda el presupuesto del Estado para el año próximo, que prevé ahorros o recortes por 43,8 mil millones de euros para hacer frente a los colosales déficit y deuda pública del país, con la supresión de dos días feriados como una de las propuestas más criticadas.

El presupuesto defendido por Bayrou tiene el rechazo tanto de la izquierda como de la extrema derecha, fuerzas que combinadas en la Asamblea Nacional pueden censurar al gobierno y provocar la caída del primer ministro.

En diciembre del año pasado los partidos de izquierda, insumisos, socialistas, ecologistas y comunistas, y Agrupación Nacional respaldaron una moción que derrocó al entonces primer ministro Michel Barnier, sustituido por Bayrou.

Macron ratificó su respaldo al plan de presupuesto, calificándolo de “lúcido y corajudo”.

Respecto a los rumores de que el presidente podría volver a disolver la Asamblea Nacional, descartó hacerlo.

Tenemos un Parlamento que refleja las fracturas del país, pero les corresponde a los responsables políticos trabajar juntos, advirtió.

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