Según informó la empresa estatal, el plan permitirá a los grandes usuarios de electricidad acceder a 291 megaWatts (MW) de capacidad solar fotovoltaica mediante contratos de compra de energía a largo plazo, con plazos de entre cinco y 25 años.

Las adjudicaciones se efectuarán a partir de proyectos de generación renovable de propiedad de Eskom, los cuales entrarán progresivamente en operación, con el primero previsto para diciembre de 2027.

Este paso se inscribe en la estrategia de reconfiguración de la matriz energética sudafricana, hoy todavía dependiente del carbón, pero orientada a una diversificación que introduzca crecientes porcentajes de fuentes limpias hacia 2040.

Con el lanzamiento del nuevo programa, la compañía busca equilibrar la atención inmediata a la crisis de suministro eléctrico con la construcción de una base robusta para un futuro energético sostenible, guiado por metas de descarbonización y seguridad.

La compañía subrayó que el diseño del programa respondió al marcado interés manifestado por clientes industriales y comerciales durante un proceso de consulta previo.

Al respecto, el director ejecutivo del grupo, Dan Marokane, destacó que la iniciativa representa una acción decisiva en la transformación de Eskom y en su alineación con las tendencias mundiales hacia soluciones energéticas sostenibles.

Subrayó además que el esfuerzo no solo busca facilitar la reducción de emisiones, sino también consolidar la seguridad y estabilidad del suministro en un contexto marcado por los persistentes desafíos de generación en el país.

Por su parte, la directora ejecutiva interina de Distribución, Agnes Mlambo, afirmó que el programa confirma la capacidad de la empresa para ofrecer soluciones innovadoras y competitivas, al tiempo que impulsa la transición de los clientes hacia operaciones de bajas emisiones de carbono.

A su juicio, esta dinámica con el sector privado favorecerá una integración progresiva de energías renovables en la red nacional.

Sudáfrica figura entre las economías más dependientes del carbón en el mundo y enfrenta fuertes presiones internas e internacionales para acelerar su transición hacia un modelo energético más limpio.

Desde hace años, Eskom desarrolla proyectos de almacenamiento con baterías y centrales hidroeléctricas de bombeo, mientras avanza en estudios para construir hasta 32 gigaWatts de capacidad renovable y proyectos de hidrógeno verde hacia 2040.

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