“La Dirección Nacional del MAS en ningún momento puso un candidato. Todos fueron definidos por las departamentales y uno que otro el pacto nacional. Son ellos quienes tendrían que responder (…)», deslindó así García su responsabilidad en el fracaso del domingo último.
Según los datos preliminares oficiales, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) encabeza las elecciones con el 32,1 por ciento de los votos, seguido por la alianza Libre de Jorge Tuto Quiroga con 27 puntos porcentuales, y ambos protagonizarán el 19 de octubre un balotaje inédito en la historia de Bolivia.
En representación del fragmentado MAS, en tanto, el exministro de Gobierno Eduardo del Castillo se ubicó sexto con 3,14 por ciento, y apenas logró salvar la personería jurídica de la sigla.
García criticó a algunos sectores internos que, según dijo, están “resentidos” por no haber sido elegidos como candidatos.
“Nos culpan de haber elegido al dedo, pero no fue así (…)», justificó el presidente del MAS, quien sustituyó en el cargo al exmandatario Evo Morales después de una resolución del prorrogado Tribunal Constitucional Plurinacional.
Insistió en que el desgaste de la gestión gubernamental fue un factor determinante en los resultados, y apunto tanto al Ejecutivo de Evo Morales (derrocado el 10 de noviembre de 2019), como al actual de Luis Arce como responsables.
Las declaraciones de García surgieron después que el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, le exigió convocar a un ampliado para explicar las razones de la derrota.
García insistió en que el “(…) desgaste que han hecho nuestros gobernantes ha afectado ese voto. Aquí está claro el escenario y la división que se ha ido generado desde 2021”.
También arremetió contra el desplazado por el TCP de la presidencia del MAS Evo Morales y el titular del Senado, Andrónico Rodríguez, a quienes acusó de dividir el instrumento político.
Sobre los resultados, indicó que se respetará al ganador, pero subrayó que el partido seguirá defendiendo los recursos naturales, empresas estratégicas y las conquistas sociales como los bonos estatales, afirmación que contrastó con la invitación que realizó al inhabilitado precandidato y analista financiero ultraliberal Jaime Dunn a unirse a la campaña electoral del MAS.
Tal propuesta, provocó una fuerte crítica el 3 de julio último del viceministro de Coordinación Gubernamental, Gustavo Torrico, quien advirtió sobre las implicaciones ideológicas que podría tener la proposición de García, a quien describió como “perdido más que el sol”, con la advertencia de que su actuación podría ser perjudicial para el partido.
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