Según reveló hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (Stats SA), el índice de precios al consumidor (IPC) para áreas urbanas también registró un incremento mensual de 0,9 por ciento, lo cual refleja un avance notable en relación con meses anteriores.
Los rubros con mayor incidencia fueron los comestibles y bebidas no alcohólicas, que se encarecieron 5,7 por ciento, aportando un punto porcentual al total, junto con el grupo de vivienda y servicios básicos —agua y electricidad— que subieron 4,3 por ciento y contribuyeron igualmente con un punto porcentual.
Los precios de los bienes crecieron 3,2 por ciento, desde 2,3 el mes anterior, mientras los servicios mostraron una leve moderación, al pasar de 3,7 a 3,6 por ciento interanual.
De acuerdo con analistas económicos, la cifra, aunque todavía dentro del rango meta del Banco de Reserva de Sudáfrica (del tres al seis por ciento), confirma que la presión sobre los hogares persiste, en particular en sectores sensibles como la alimentación.
Las centrales sindicales advirtieron que el incremento en la canasta básica reduce el poder adquisitivo de trabajadores cuyos salarios permanecen estancados. El Congreso de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu) llamó al gobierno a acelerar programas de subsidio y control de tarifas de servicios municipales.
Por su parte, asociaciones empresariales del comercio minorista señalaron que los incrementos en electricidad y combustibles, sumados a la depreciación intermitente del rand frente al dólar, elevan los costos de operación y podrían presionar en cadena al consumidor final.
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