La aprobación del proyecto de ley -88 a favor y 52 en contra- marca una victoria clave para los republicanos, quienes fueron convocados a una segunda sesión especial por el gobernador Greg Abbott, fiel aliado del presidente Donald Trump.
El resultado se produjo después de que los esfuerzos para avalar su iniciativa se estancaran durante el primer periodo de sesiones, cuando los demócratas abandonaron el estado en protesta para evitar el quorum requerido que permitiera la votación.
Ahora la propuesta deberá someterse a sufragio en el Senado estatal antes de que el futuro mapa electoral llegue al despacho de Abbott para su firma.
La sesión de este miércoles se convirtió en un enfrentamiento de varias horas entre los republicanos, quienes, como es lógico, defendieron con vehemencia la nueva redistribución, que les daría más escaños al partido de cara a las elecciones intermedias de 2026.
Mientras, los demócratas aprovecharon la sesión para tratar de frenar que avanzara el proyecto de ley, protestar por cómo este desmembraría a las comunidades racializadas y buscaban añadir varias enmiendas a la propuesta legislativa, lo cual lo habría eliminado.
Otra enmienda reconocía la sección 2 de la Ley de Derecho al Voto, mientras que otra proponía que el mapa de la Cámara de Representantes solo entraría en vigor una vez que la fiscal general Pam Bondi publicara los comprometedores archivos de Jeffrey Epstein, el financiero y delincuente sexual fallecido en 2019 en una cárcel federal.
Los republicanos se enfrentaron a la presión de la Casa Blanca a principios de este año para realizar una redistribución de distritos ante el inminente desafío que enfrentará el partido en los comicios de mitad de mandato, donde tratarán de conservar su mayoría -ahora ajustada- en la Cámara de Representantes y el Senado.
El partido del presidente tradicionalmente enfrenta dificultades durante las elecciones intermedias y justo ayer Trump reiteró a los republicanos de Texas que deben actuar con rapidez y aprobar las nuevas líneas del Congreso.
Los demócratas de Texas se manifestaron en California, Nueva York, Illinois y Massachusetts, atrayendo la atención nacional sobre el tema.
Actualmente los republicanos ocupan 25 escaños en la Cámara de Representantes federal por ese estado, en tanto los demócratas cuentan con 12, con una butaca vacante luego del fallecimiento de Sylvester Turner en marzo. El nuevo mapa daría al Partido Republicano la oportunidad de aumentar su delegación en el Congreso a 30.
Los más de 50 demócratas texanos abandonaron el estado el 3 de agosto, un día antes del inicio de la primera sesión especial, lo que dejó allí a la Cámara de Representantes estatal sin la cantidad necesaria para considerar asuntos legislativos, entre ellos el mapa electoral del estado.
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