Pedersen expresó, en su informe mensual ante el Consejo de Seguridad, su preocupación por la situación humanitaria y política en el país árabe, con énfasis en los recientes acontecimientos registrados en la provincia sueñas de Sweida.

Saludó los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos, Jordania y Siria para establecer un grupo de trabajo destinado a respaldar el alto el fuego, aunque advirtió que continúan registrándose focos de violencia en los alrededores de Sweida, lo cual debilita dicho entendimiento.

El enviado especial señaló que, si bien los ataques aéreos israelíes han disminuido tras el acuerdo, el ejército de ese país continúa realizando operaciones militares terrestres en el suroeste de Siria, acción que calificó de “inaceptable”.

En este sentido, instó al respeto del Acuerdo de Separación de 1974 y reafirmó la necesidad de preservar la soberanía y estabilidad sirias frente a toda forma de ocupación o injerencia externa.

Pedersen informó además sobre el agravamiento de la situación humanitaria en Sweida, con más de 186 mil personas desplazadas en esa provincia, así como en Deraa y la zona rural de Damasco, quienes enfrentan condiciones precarias.

Aunque se observa cierta calma en el escenario nacional, el funcionario de la ONU alertó sobre el riesgo de una reanudación de la violencia, alimentada por discursos incendiarios entre los actores implicados.

En este contexto, exhortó al gobierno sirio a garantizar mecanismos de rendición de cuentas por los recientes sucesos en Sweida, independientemente de las lealtades políticas de los implicados, y a hacer públicas las conclusiones del comité de investigación correspondiente.

El representante de la ONU abogó por la implementación urgente de un programa integral que incluya reformas en el sector de seguridad, procesos de desarme y una estrategia efectiva para la reintegración de las partes enfrentadas.

Asimismo, expresó su preocupación por la presencia de combatientes extranjeros en suelo sirio, a los que identificó como una amenaza persistente a la estabilidad nacional.

No obstante, reconoció el compromiso de las autoridades sirias en la lucha contra organizaciones terroristas como el Estado Islámico (ISIS) y Al-Qaeda. Pedersen también subrayó la importancia de avanzar en la aplicación del acuerdo del pasado 10 de marzo entre el gobierno y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), y reiteró el llamado a todos los sectores a involucrarse en un proceso político real, constructivo y participativo, como vía para alcanzar una solución pacífica y duradera.

En sus conclusiones, reiteró que el éxito de la transición en Siria dependerá de la implementación transparente de medidas clave, incluyendo la redacción de una nueva constitución y la celebración de elecciones libres, en conformidad con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad, que continúa siendo la hoja de ruta respaldada internacionalmente para una salida política al conflicto.

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