Durante los alegatos finales, pronunciados la víspera, no solo pidieron una retribución de 21 mil 781 millones 787 mil 261 dólares por daños y perjuicios, bajo el argumento de que las acciones de Kabila en apoyo al ejército ruandés y a los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) desestabilizaron el país.
Al respecto, detallaron que la RDC experimentó destrucción, pérdida de ingresos estatales, asesinatos de residentes locales y saqueo de recursos naturales, refirió Actualité.CD.
Los abogados, además, expusieron al exjefe de Estado como supuesto ciudadano ruandés, adoptado por Laurent Désiré Kabila, y cuyo verdadero nombre es Hyppolite Kanambe, por lo cual pidieron la recalificación de los cargos.
Kabila es juzgado por traición y complicidad con el M23, pero la parte civil insistió en el cambio al delito de espionaje.
Explicaron que la nacionalidad del acusado afecta la tipificación del delito de traición que se le imputa, pues solo puede ser cometida por un nacional congoleño; de ahí que proponen que el delito se reclasifique como espionaje, al ser cometido por un supuesto ciudadano extranjero. El tema del cambio de nacionalidad ha despertado indignación entre los seguidores del expresidente, quienes consideran que se trata de una manipulación política.
El exjefe de su gabinete, Néhémie Mwilanya, dijo que manipular la identidad de un exjefe de Estado, hijo de un héroe nacional, cuya madre biológica y hermanos aún viven, con el único fin de obtener beneficios políticos, constituye un delito de Estado.
En tanto, el partido político de Kabila, Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), denunció el incidente como un montaje para eliminar a una figura política de la oposición.
El proceso en el Tribunal Militar Superior ha transcurrido en ausencia del acusado.
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