Fuentes oficiales consultadas por el medio señalaron que el gobierno no rechaza la idea, pero enfatizó que no existe una propuesta concreta ni se han establecido los parámetros operativos para una coalición de este tipo.

El analista Abdülkadir Selvi, citado por el periódico, afirmó que si se eliminan las incertidumbres y se definen los objetivos, se podrían observar soldados turcos en suelo ucraniano para resguardar la estabilidad.

No obstante, la cadena estatal TRT Haber divulgó el miércoles pasado que autoridades en Ankara consideran prematuro hablar de un envío de efectivos.

El reporte se basó en declaraciones de altos cargos del ministerio de Defensa.

Desde esa cartera se subrayó que un prerrequisito indispensable sería el establecimiento de un cese al fuego verificable entre las partes en conflicto.

Posteriormente, según la misma fuente, se debería negociar el marco legal de la misión, el mandato específico y la contribución exacta que realizaría cada nación participante.

Expertos en relaciones internacionales sugieren que la posición turca refleja una cautela estratégica, buscando equilibrar sus vínculos con Moscú y Kiev sin comprometer su seguridad nacional.

La posible formación de una fuerza pacificadora internacional es un tema de creciente discusión en foros diplomáticos, aunque sin consenso hasta la fecha.

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