En un comunicado publicado en la página web de la cancillería del enclave, se denuncia que la Comisión Central Electoral de Moldavia decidió antes abrir 12 colegios para los comicios parlamentarios para los residentes en ese territorio, lo cual es tres veces menor que los habilitados en las presidenciales de 2024.
«El Ministerio de Exteriores considera estas acciones como una restricción deliberada de las libertades políticas y una discriminación territorial. Estas medidas de segregación ciudadana por motivos políticos socavan la confianza en el proceso electoral de la vecina Moldavia y contradicen los estándares internacionales», señala la nota.
Igualmente indica que Chisináu demostró una vez más su desprecio por los principios de apertura y participación democrática, privando eficazmente a cientos de miles de ciudadanos trandnistrios de Moldavia de la oportunidad de ejercer su derecho constitucional a votar.
La decisión de la Comisión Central Electoral de Moldavia, continúa, es irracional ya que en Alemania, donde viven sólo 25 mil ciudadanos moldavos, se abren 36 mesas electorales, y en Italia, donde viven 2,5 veces menos moldavos que en Trandniéster, se abren 73 colegios.
«Trandniéster insta a las organizaciones internacionales y a las estructuras de derechos humanos a prestar atención a la situación actual y evaluarla adecuadamente” precisa el comunicado
Y reitera que el respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos debe ser la base de cualquier proceso político, independientemente de las fronteras y las convicciones de valores.
Las elecciones parlamentarias de Moldavia están programadas para el próximo 28 de septiembre.
El 19 de agosto, el presidente de Trandniéster, Vadim Krasnoselski, declaró que si Moldavia no quiere ver a los residentes de ese territorio en las elecciones parlamentarias, que reconozca a Trandniéster como un estado independiente.
A su vez, los diputados de los consejos distritales y municipales llamaron a las autoridades moldavas a no reducir el número de colegios electorales para los residentes de Trandniéster, ya que esto agrava la desigualdad y crea obstáculos adicionales en la implementación de los derechos electorales.
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