La medida, para la que instruyó a su secretario de Defensa, Pete Hegseth, es una muestra de la intención que tiene de expandir el papel de las fuerzas armadas de Estados Unidos en actividades de aplicación de la ley a nivel nacional.
Bajo el decreto, Hegseth tiene la responsabilidad de “asegurar que la Guardia Nacional del Ejército y la Guardia Nacional Aérea de cada estado cuenten con los recursos, el entrenamiento, la organización y la disponibilidad para asistir a las fuerzas del orden federales, estatales y locales en la contención de disturbios civiles”.
También se deberá “garantizar la seguridad y el orden públicos siempre que las circunstancias lo requieran, según corresponda bajo la ley”.
La orden indica que Hegseth “designe un número apropiado de miembros entrenados de la Guardia Nacional de cada estado para que estén razonablemente disponibles para una movilización rápida con estos fines”.
Además, se solicita que establezca una “fuerza de reacción rápida permanente que esté disponible para un despliegue rápido a nivel nacional”.
Durante su reunión en el Despacho Oval con el presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, el mandatario republicano soltó la idea sobre la posibilidad de cambiar el nombre del Departamento de Defensa.
«Saben, ya tenemos el Departamento de Defensa, pero, entre nosotros, creo que vamos a cambiarle el nombre», comentó al añadir que pronto ofrecerá más información sobre el tema.
«A todo el mundo le gusta. Tuvimos una increíble historia de victorias cuando era el Departamento de Guerra», añadió Trump, quien anticipó que “probablemente, ese cambio se implementará en la próxima semana, más o menos”.
El Departamento de Guerra se creó en 1789, pero luego se reorganizó y cambió de nombre tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
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