Blanár mantuvo conversaciones telefónicas en los últimos días con su homólogo ucraniano, Andrii Sybiha, y con el viceprimer ministro Taras Kachka.
El diálogo se centró en la situación de la infraestructura petrolera.
Citado por el diario Pravda, el jefe de la diplomacia eslovaca advirtió que los bombardeos contra el ducto perjudican tanto a su nación como a la propia Ucrania.
Subrayó la importancia de preservar la integridad de esta vía de suministro energético.
De acuerdo con el canciller, las autoridades ucranianas demostraron interés en un enfoque constructivo para las relaciones bilaterales y ambas partes trabajan en la organización de una próxima reunión intergubernamental.
Analistas políticos interpretan este llamado como una muestra de la creciente preocupación en Europa Central sobre el impacto de las operaciones militares en infraestructura civil crítica.
Señalan que el conflicto afecta cadenas de suministro esenciales.
Eslovaquia, como otros países de la región, depende en gran medida del petróleo transportado por el oleoducto Druzhba para su estabilidad económica y energética.
La postura eslovaca refleja un llamado al diálogo y a la contención, buscando proteger intereses nacionales sin una confrontación directa.
Mientras, expertos ven esto como un esfuerzo por equilibrar la solidaridad con Kiev y la defensa de necesidades propias.
Este será el tercer encuentro en dicho formato entre ambos gabinetes, lo que indica un canal de comunicación activo pese a las tensiones del conflicto.
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