En un comunicado, el Departamento de Asuntos Exteriores advirtió sobre los planes de una ocupación militar total de Gaza, las restricciones al ingreso de ayuda vital, los desplazamientos masivos y la destrucción de viviendas palestinas. La cancillería alertó además sobre los ataques que afectan a civiles y la expansión de asentamientos en Cisjordania, factores que reducen las perspectivas de una paz justa, duradera y comprehensiva en Medio Oriente.
El texto reiteró que Manila se suma al llamado internacional a favor de un cese de hostilidades como vía esencial para reactivar el proceso de negociación entre palestinos e israelíes.
Por su parte, la Embajada de Palestina en Filipinas denunció el empeoramiento de la situación, marcada por una hambruna inducida, bombardeos constantes y desplazamientos forzados que dejaron a más de 780 mil personas sin hogar.
Según datos oficiales, solo en el barrio de Zeitoun fueron destruidas más de 400 viviendas, mientras que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia alertó sobre el incremento diario de la malnutrición infantil.
Ante estas denuncias, el portavoz de la cancillería israelí, Oren Marmorstein, defendió la construcción de nuevos asentamientos cerca de Jerusalén.
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