El descenso, calculado a precios constantes de 2019, tuvo como principal componente la baja en las ventas de bares, que retrocedieron 4,3 por ciento durante el período.

También influyeron de manera marcada los restaurantes y cafeterías, cuyas entradas disminuyeron 2,2 por ciento, que restaron un punto porcentual al balance general, acorde con el informe.

Stats SA explica que la contracción se produce en un contexto, en el cual el sector gastronómico aún transita procesos de ajuste tras los elevados costos de operación derivados de la inflación y la crisis energética, que han impactado de manera desigual en los distintos rubros del consumo.

No obstante, la evolución trimestral resultó positiva.

En el segundo trimestre de 2025, los ingresos totales de la industria crecieron 4,1 por ciento respecto a igual etapa de 2024.

El aumento fue impulsado sobre todo por los establecimientos de comida rápida y para llevar, cuyas ventas subieron 6,2 por ciento, aportando 2,5 puntos porcentuales al crecimiento.

De otro lado, en términos de estacionalidad, los resultados mensuales muestran una dinámica volátil.

Después de incrementos de 0,4 por ciento en abril y 2,6 por ciento en mayo, los ingresos de junio descendieron 4,1 por ciento en comparación con el mes previo, reflejando la sensibilidad del sector a factores coyunturales como el consumo interno, los precios de los alimentos y la confianza de los consumidores.

De acuerdo con analistas locales, la preferencia por opciones de menor costo, como la comida rápida, responde a la presión económica que enfrentan amplias capas de la población, mientras que la caída en bares y restaurantes ilustra la retracción del consumo discrecional en un escenario de limitados ingresos reales.

La evolución de la industria de alimentos y bebidas es considerada un indicador complementario de la actividad económica sudafricana por su vinculación directa con el gasto de los hogares, que representa más del 60 por ciento del producto interno bruto del país.

arc/mv