El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados criticó en un comunicado la cena ofrecida a miembros del Gobierno por las autoridades del Concejo Regional Mateh Binyamin, un grupo de colonias judías construidas en la Ribera Occidental.
A la actividad asistieron, entre otros, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el titular de Defensa, Israel Kantz.
Tal acción representa una profanación de Cisjordania y forma parte de los crímenes de genocidio, desplazamiento, hambruna y anexión contra nuestro pueblo, afirmó la Cancillería.
También la consideró “un estímulo para que el Ejército de ocupación y los colonos persistan en cometer violaciones y ataques contra los ciudadanos palestinos, sus tierras y propiedades”.
La cartera renovó su llamado al mundo para detener las continuas violaciones de Israel y, en ese sentido, pidió acciones concretas contra sus dirigentes.
En las últimas semanas, en varias oportunidades, el gobierno palestino denunció recientes incursiones de políticos israelíes a ese territorio ocupado, incluido Jerusalén Este.
A principios de este mes el Ministerio citó como ejemplo la visita del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, a una de las colonias judías, ubicada en gobernación de Jenin, y otra de Netanyahu junto con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson.
La arrogancia israelí se enmarca en los planes destinados a consagrar la anexión gradual de la Ribera Occidental, recalcó entonces.
Más de 750 mil colonos judíos viven en la actualidad en la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Este, distribuidos en 180 asentamientos y 256 puestos de avanzada, según datos oficiales.
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