Ignátiev, quien se reunió con la jefa en funciones de la Misión de la OSCE en Moldavia, Isabella Hartmann, refirió que ese organismo ha dado una respuesta nula a la discriminación de Chisinau contra los transdnistrios.
El 24 de agosto, la Comisión Electoral Central de Moldavia decidió que, para los residentes del enclave que desearan participar en las elecciones parlamentarias, solo se abrirían 12 colegios electorales, tres veces menos que antes. Las elecciones parlamentarias en Moldavia están programadas para el próximo 28 de septiembre.
El ministro expresó su decepción por la falta de respuesta de la OSCE a esta decisión discriminatoria, recordando que las medidas del año pasado destinadas a restringir el acceso de los transdnistrios al voto en el territorio de la República de Moldavia tampoco recibieron ninguna respuesta adecuada.
Ignátiev instó igualmente a la OSCE a prestar atención y evaluar las acciones de las autoridades moldavas, que contradicen los principios democráticos fundamentales y prevén restricciones masivas de los derechos electorales inalienables de los ciudadanos de Transdniéster.
El diplomático también destacó la importancia de supervisar cuidadosamente la organización de la votación de los habitantes del enclave el día de las elecciones, para evitar que se repitan incidentes que interfieran con su libre expresión de voluntad.
Previamente la Cancillería de Transdniéster calificó de poco racional esa decisión de la Comisión Central Electoral de Moldavia, ya que en Alemania, donde viven sólo 25 mil ciudadanos moldavos, se abrirán 36 mesas electorales, y en Italia, donde viven 2,5 veces menos moldavos, se abrirán 73 colegios.
La región autónoma de Transdniéster, con el 60 por ciento de la población conformada por rusos y ucranianos, estuvo buscando la salida de Moldavia durante los últimos años de existencia de la Unión Soviética, temiendo que los nacionalistas empujasen al país a unirse a Rumanía.
En 1992, tras el frustrado intento del Gobierno moldavo de resolver el problema usando la fuerza, Transdniéster proclamó su independencia y actualmente es un territorio fuera del control de Moldavia con todos los atributos de un estado, incluida moneda propia, Constitución, bandera y Fuerzas Armadas.
El mantenimiento de paz en la zona del conflicto corre a cargo de una fuerza conjunta que incluye a 402 militares de Rusia, 492 de Transdniéster y 355 de Moldavia emplazados en 15 puestos clave para la seguridad.
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