En declaraciones a periodistas, Smith acusó a Salazar de intromisión permanente en la política hondureña y aclaró a la congresista ultraconservadora que solo el pueblo de este país debe decidir su futuro, en alusión a las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.
A juicio de la parlamentaria, las críticas de la estadounidense buscan desestabilizar y atacar al partido oficialista Libertad y Refundación (Libre) y al gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
Denunció que Salazar actúa con “mentiras, desestabilización e injerencias”, y reclamó a la integrante de la Cámara de Representantes respetar las decisiones de Honduras y no interferir en su soberanía.
“La injerencia de personas totalmente externas a lo que sucede en el país sin duda es reprochable, no las aceptamos”, remarcó la diputada de Libre.
Smith advirtió que en esta nación hay un ente electoral legítimo y que solo “el pueblo hondureño debe juzgar al gobierno” en los venideros comicios.
En un comunicado emitido en las últimas horas, la comisión de Relaciones Internacionales del Congreso Nacional expresó su “más enérgico rechazo” a recientes declaraciones de tres congresistas republicanos.
El pronunciamiento acusa a Brian Mast, Carlos Giménez y María Elvira Salazar de entrometerse en la política interna, al utilizar información falsa proporcionada por actores vinculados al narcotráfico y al bipartidismo tradicional hondureño, en referencia a los partidos Nacional y Liberal.
“Lamentamos que se haya publicado una afirmación infundada sobre un supuesto deterioro democrático en Honduras”, refutó la citada comisión legislativa.
Reafirmó que la política exterior es competencia exclusiva del poder ejecutivo, encabezado por la mandataria Castro, y avisó que cualquier intento externo de incidir en el proceso electoral constituye una violación a la soberanía nacional.
Exigió una retractación inmediata de los congresistas norteamericanos mencionados, y reiteró el llamado al Congreso de Estados Unidos a respetar los principios internacionales de autodeterminación de los pueblos, cooperación bilateral y no injerencia en asuntos internos.
“Honduras ya no es el patio trasero de nadie, ni mucho menos la pista de aterrizaje de ningún narcotraficante”, concluyó el comunicado.
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