Mientras los expertos y científicos insisten en que todas las personas concernidas deberían sentarse en una mesa de negociación para abordar el problema, siguen los furibundos ataques del conservador Partido Popular (PP) al Ejecutivo de izquierdas de Pedro Sánchez.
Cuatro ministros fueron obligados a comparecer ante el Senado para hablar sobre los siniestros y sus responsabilidades, incluida la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen.
Asimismo, en Castilla y León y en Galicia, los parlamentos regionales quieren debatir con los respectivos presidentes autonómicos, en ambos casos dirigentes del PP. Lo mismo en Extremadura, aunque con perfil más bajo.
Prevalece, de otro lado, el negacionismo de la ultraderecha en torno al clima, si bien hay consciencia del calentamiento global de la atmósfera y la necesidad de un gran Pacto de Estado como propone el Gobierno.
Más de 420 mil hectáreas fueron quemadas hasta el momento en territorio español, ante lo cual la iniciativa del presidente Sánchez, de alcanzar un acuerdo nacional de Estado frente al cambio climático se antojaría algo expedito.
Sin embargo, el PP, en una campaña incisiva para desbancar a Sánchez y a la izquierda del Palacio de la Moncloa, no parece estar por la labor. Por lo pronto, hizo su propia propuesta de 50 medidas para enfrentar el cambio climático.
De todas formas, el Consejo de Ministros aprobó esta semana la declaración de zona catastrófica a los territorios quemados por los incendios forestales.
Incluyó también a las áreas inundadas desde el pasado 23 de junio en 16 comunidades, mientras en paralelo instauró una comisión que buscará establecer un gran Pacto de Estado para enfrentar el cambio climático.
Los especialistas insisten en el imperativo de dejar a un lado las cuitas políticas y concentrarse en medidas de gran alcance, para tratar de frenar a futuro nuevas crisis de fuegos en zonas rurales como las ocurrida en el actual mes de agosto.
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