Los firmantes de la dimisión expresan que, como parte del repudio a una de las peores situaciones de violencia de la historia moderna, es fundamental «que nos opongamos a la iniciativa del gobierno de firmar un tratado de libre comercio con Israel, que representa un inadmisible aval a la política internacional de Tel Aviv en este difícil momento histórico».
Las personalidades del gremio que durante un año constituyeron «la Comisión Ad-Hoc para el abordaje de la Violencia Social en Costa Rica» recordaron también la reacción adversa de ejecutivos del gremio ante una propuesta suya la semana pasada para solicitar un pronunciamiento de denuncia contra esos crímenes de Israel.
«La Junta Directiva –añade el documento de renuncia- nos comunicó por escrito su oposición al contenido del pronunciamiento propuesto y, en reunión virtual, nos confirmó su oposición a condenar la iniciativa del gobierno y se nos insistió en la necesidad de mantener neutralidad en el plano político».
Los signatarios del documento expresan que, «con base en la orientación conceptual resumida más arriba, nos permitimos insistir en que es éticamente imposible mantener una posición de neutralidad ante los inaceptables hechos de violencia, expresiones repugnantes de las más sangrientas e inhumanas que se han ejercido contra el pueblo palestino».
El texto insiste en que «es éticamente imposible y absolutamente inconsistente e impráctico mantener una neutralidad en el plano político, cuando hemos demostrado que es, precisamente, este plano, junto con el social, el cultural y el económico, la causa principal del aumento vertiginoso de la violencia en nuestro país y de la cruenta intervención de Israel en Gaza».
«Bajo esta misma lógica –subraya la declaración- no podemos aceptar una posición de neutralidad ante una Junta Directiva que pretende ignorar un evidente hecho de violencia por parte del gobierno y que insiste en negar la dimensión política como una de las principales causas de la situación de violencia en nuestro país».
«Nuestro trabajo –recuerda el documento de dimisión- siempre estuvo dirigido a colaborar, desde la corresponsabilidad social que caracteriza a nuestro Colegio, con la visibilización, el estudio y la construcción de propuestas para prevenir y responder a las distintas expresiones de violencia que afectan a la población costarricense”.
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