De forma general la economía del país está envuelta hoy en contrastes, que se manifiestan en la caída del PIB con respecto a los primeros tres meses del año (0,01 por ciento), la contracción del sector petrolero (8,65 por ciento) y el crecimiento del no petrolero (3,43).

Según el reporte del INE, la extracción y refinación de petróleo registró una caída debido a factores como la disminución de la cantidad de crudo procesado; sin embargo, la extracción de diamantes, minerales metálicos y otros minerales no metálicos creció en esta etapa.

La producción de diamantes es la de mejor desempeño, si bien se trata de un sector afectado por las contracciones del mercado internacional, donde las piedras naturales han cedido ante las artificiales.

La agricultura y la silvicultura continúan como las áreas de crecimiento más estable, pues su comportamiento continúa en alza de un trimestre a otro (3,14 por ciento), y con la producción agrícola como centro de esos indicadores.

Esto incide en el avance de la industria manufacturera, que registró un aumento del 5,15 por ciento, impulsada por la producción de carne, procesamiento de cereales y productos de panadería.

Otras áreas donde hubo incremento fueron la pesca y la acuicultura (3,30); la energía y agua (2,93), y la construcción (2,01).

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