En declaraciones a Prensa Latina, el diplomático brasileño señaló que será una Conferencia necesaria en la búsqueda de respuestas que sirvan a los países en desarrollo.
Correa do Lago subrayó que la COP es una conferencia que ocurre todos los años, pero la reunión en la ciudad brasileña de Belem en noviembre venidero es especial porque ocurre a 10 años del Acuerdo de París y también la ciencia nos ha indiciado que tenemos muy poco tiempo para actuar y hacer los cambios necesarios, enfatizó.
El diplomático brasileño, quien participa en Nueva Delhi en el Global Ethical Stocktake (GES) -una iniciativa para mejorar las dimensiones morales de las negociaciones y prepararse para las principales reuniones-, significó que urge encontrar soluciones económicas que también beneficien a los pueblos y aseguren la continuidad del desarrollo en un contexto muy complejo.
Por otra parte, Ana Toni, la directoria ejecutiva de COP 30, apuntó a Prensa Latina que los objetivos de la Cumbre en Brasil son muy claros, y que incluyen reforzar el multilateralismo, declarado escencial para Brasil, India y todos los países de Latinoamérica.
También se refirió a la importancia de acelerar las acciones por ejemplo en inversiones para los países, lo cual consideró será un gran tema en Brasil.
«Podermos analizar qué tipo de financiamiento es necesario para mantener los bosques, energía, o adaptación”, aclaró.
Toni ilustró que existen diversos mecanismos económicos y entre estos subrayó como clave para Brasil el TFF, el Fondo de Florestas Tropicales, destinado para la protección de bosques tropicales.
“Entonces la COP en Brasil va a ser una de implementación y de aceleración de las acciones de combate al cambio climático”, opinó.
Con anterioridad, Correa do Lago insistió en el grave peligro que corre la humanidad con el cambio climático, que lamentablemente, dijo, resulta un problema permanente.
“Gran parte de lo que ocurre en la geopolítica actual como guerras militares y comerciales son a corto plazo en comparación con el cambio climático que nos acompañará durante muchos”, advirtió.
En ese sentido, el diplomático consideró necesario continuar haciendo hincapié en el enfrentamiento.
Apelando a sus años como negociador climático, el funcionario brasileño reconoció que el Acuerdo de París y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático han sido muy eficaces para la negociación, pero no para la implementación.
Por ende, exlicó que la agenda de COP 30 en Brasil cuenta con objetivos más precisos, destinados a estimular la acción y para la verdadera implementación instrumental.
«Así podemos convencer a gobiernos nacionales y locales, empresas, instituciones académicas, la tecnología, la ciencia y la sociedad civil de lo necesario y urgente a actuar», refirió.
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