Según la fuente, el gobierno sirio otorgó a los equipos del OIEA acceso inmediato y sin restricciones a los sitios relacionados con actividades nucleares pasadas, tras una reunión entre el presidente transicional Ahmad Al-Shara y el director general del OIEA, Rafael Grossi, en Damasco, el pasado 4 de junio.
Un informe del OIEA dirigido a sus Estados miembros precisó que se detectó una gran cantidad de partículas de uranio natural en muestras tomadas en un emplazamiento de Deir Ezzor, y agregó que el análisis de estas partículas indicó que el uranio era de origen humano, producido mediante procesamiento químico.
El Organismo recordó que en 2011 concluyó que el sitio, destruido en un ataque aéreo israelí en 2007, era “muy probablemente” un reactor construido en secreto.
Precisó que aún planea visitar Deir Ezzor y evaluar los resultados de las muestras, y que una vez completado este proceso habrá una oportunidad para aclarar y resolver las cuestiones pendientes de salvaguardias relacionadas con las actividades nucleares pasadas de Siria y dar por concluido el asunto.
El 9 de junio último, Grossi informó ante la Junta de Gobernadores del OIEA en Viena que la cooperación con Siria había entrado en una nueva fase marcada por la transparencia y la confianza mutua.
En 2007, un bombardeo aéreo israelí destruyó un reactor nuclear en construcción en el sitio de Al-Kibar en Deir Ezzor. La operación suscitó preocupación internacional por la proliferación nuclear en la región, y posteriores investigaciones del OIEA determinaron que el emplazamiento tenía características de reactor nuclear y contenía materiales como partículas de uranio.
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