El dirigente aclaró que cualquier despliegue de tropas irlandesas dependería exclusivamente de la existencia de un mandato explícito por parte del Consejo de Seguridad de la ONU para una operación de paz.
Precisó que el apoyo de Dublín se limitaría al envío de asistencia militar no letal y a una participación bajo el paraguas de dicha coalición internacional.
Analistas recuerdan que la Constitución irlandesa restringe severamente el empleo de sus Fuerzas de Defensa en el exterior sin una autorización multilateral clara.
Martín reiteró, además, el apoyo de su gobierno a la integración de Ucrania en la Unión Europea, una postura alineada con la de otros socios comunitarios.
Expertos como el analista británico Anatol Lieven advierten que introducir fuerzas de la Unión Europea en el conflicto ucraniano raya en la insensatez, reflejando profundas divisiones.
Critican que esta iniciativa, promovida por algunos sectores, podría significar una escalada peligrosa y directa de las potencias occidentales en la contienda.
La propuesta genera intenso debate en Europa, donde existen voces que piden priorizar la vía diplomática para alcanzar un cese de las hostilidades.
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