«Si es inocente (Bolsonaro), que lo demuestre. Lo importante es que se haga justicia», afirmó Lula en declaraciones a la prensa, tras asistir al velorio del veterano periodista Mino Carta en Sao Paulo.
El litigio, que se desarrolla en la primera sala del STF, investiga a Bolsonaro y a siete de sus aliados por presunta participación en una trama golpista tras las elecciones generales de 2022.
Aunque Lula expresó no tener expectativas específicas sobre el resultado, recalcó que el proceso debe guiarse por las pruebas y no por motivaciones personales.
«Existe el caso, los autos, los acuerdos de culpabilidad, las pruebas, y el acusado tiene derecho a la presunción de inocencia», refirió el gobernante.
También, aprovechó la ocasión para recordar su propia experiencia judicial durante la operación Lava Jato, señalando que en su caso no se respetó la presunción de inocencia como, según él, sí se le ha concedido a Bolsonaro.
«Eso es lo que deseo para mí y para cualquier enemigo mío», apuntó.
Reafirmó su posición de que la justicia debe actuar con independencia, sin injerencias externas ni presiones políticas.
En sus declaraciones, Lula cuestionó además las sanciones impuestas por Estados Unidos contra miembros del STF, como el ministro Alexandre de Moraes, en medio del avance del juicio contra Bolsonaro.
Denunció la postura estadounidense como una intromisión en los asuntos internos de Brasil.
«Estados Unidos ha exacerbado todo lo que hemos visto en la historia de la humanidad: un gobierno que interfiere en juzgar la conducta del sistema de justicia de otro país», afirmó, aludiendo a posibles nuevas medidas que podría adoptar el presidente Donald Trump en caso de condena contra Bolsonaro.
Las audiencias en el STF se abrieron este martes en sesiones que están siendo transmitidas en directo y convocan una cobertura sin precedentes.
El proceso, de fuerte impacto político e institucional, se extenderá hasta el 12 de septiembre, cuando está previsto el veredicto.
La fiscalía, a cargo del procurador general Paulo Gonet, acusa a Bolsonaro de cinco graves delitos: tentativa de golpe de Estado, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, organización criminal, daños al patrimonio público y deterioro de bienes protegidos.
Entre las pruebas presentadas figuran mensajes interceptados, análisis bancarios, documentos oficiales, un supuesto borrador de decreto golpista y el testimonio clave del teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro, quien firmó un acuerdo de colaboración con la justicia.
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