El jefe del Ejecutivo publicó anoche en redes sociales el llamado a una manifestación por la “paz y la justicia” el próximo 11 de septiembre en Guayaquil.

El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), el Frente Popular y otras organizaciones anteriormente habían fijado una protesta contra leyes y medidas de Noboa para esa misma fecha.

En declaraciones a un medio local, Villavicencio afirmó que “eso demuestra que hay un Gobierno incapaz, que busca seguir confundiendo a los ecuatorianos”.

Sabemos que el Gobierno obligará a los funcionarios públicos a participar y hasta pagará 20 dólares a quienes asistan, manifestó el dirigente, quien comparó la postura oficialista con la movilización propuesta por los grupos sociales que será “consciente y consecuente”.

También el líder del Frente Popular, Nelson Erazo, comentó que en “todo gobierno autoritario, prepotente, los aprendices de dictadores han tratado de utilizar al pueblo para imponer sus políticas antipopulares”.

La contramarcha es una evidencia de que el Ejecutivo ha perdido espacio en la credibilidad del pueblo ecuatoriano, Noboa ha perdido respaldo social y aceptación, aunque eso no quiere decir que esté aniquilado, opinó Erazo.

Para Villavicencio, no es casual que la convocatoria a la marcha tenga lugar a pocos días de la llegada al país del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.

Eso demuestra que Noboa es un “servil del Gobierno de Estados Unidos”, y “está aplicando su política neoliberal fondomonetarista”.

La marcha oficialista será la segunda que encabezará Noboa en un mes, luego de que el pasado 12 de agosto miles de personas lo acompañarán hasta la Corte Constitucional en rechazo a la decisión de ese tribunal de suspender temporalmente artículos de tres leyes de interés del Ejecutivo.

El ministro del Interior defendió la realización de la manifestación de la próxima semana, que en su opinión es necesaria, “es una marcha para aquellos que no entienden de lo que el Ecuador requiere”.

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