Mediante un comunicado, la entidad describió que durante esta mañana el coloso registró hasta nueve explosiones por hora, de débiles a moderadas, que elevan columnas de gas y ceniza hasta cuatro mil 200 metros por encima del mar.
Esta se dispersa con dirección oeste hasta 20 kilómetros de distancia, acotó el texto, en base a un boletín diario emitido por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología.
La actividad registrada es acompañada de avalanchas de bloques por diferentes flancos y llegan hasta la vegetación, amplió la Conred.
Durante la noche y madrugada se observó incandescencia moderada sobre el cráter; además, debido a las precipitaciones para horas de la tarde y noche puede presentarse la bajada de lahares, reiteró.
Analistas señalaron antes el peligro, porque las barrancas funcionan como “canales naturales” y el flujo se desplaza con gran rapidez, arrastrando rocas, troncos, lodo y ceniza.
Su fuerza es capaz de destruir puentes, viviendas e infraestructura en segundos, añadieron.
La Conred, conformada por varias instituciones, recomendó a la población que habita en áreas cercanas al complejo volcánico identificar las rutas de evacuación en su comunidad.
Instó a preparar la mochila de las 72 horas, mantenerse informados a través de las cuentas oficiales y reportar cualquier situación de emergencia al 119 de la Conred.
El Volcán de Fuego despertó el 10 de marzo pasado y entonces llegó a tener explosiones fuertes, luego de un período de 49 días sin actividad eruptiva.
La situación obligó a evacuar a 282 familias (mil personas), suspender clases en cuatro municipios y la Conred sugirió trasladar a lugares seguros a cerca de 30 mil habitantes de zonas aledañas.
Ubicado a solo 45 kilómetros de esta urbe, entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, sigue llamando la atención por sus retumbos, junto al Pacaya y Santiaguito, de los 32 volcanes en Guatemala.
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