En el mensaje, el edil informa que acompaña a su padre en los últimos días, mientras se desarrolla en la primera sala del Supremo Tribunal Federal el juicio penal en su contra por el presunto intento de golpe de Estado tras las elecciones generales del 2022.

Según el descendiente del político ultraderechista, «el viejo no se encuentra bien, pero aguanta, incluso con hipo y reflujo constantes (…) depende de medicamentos esenciales y estrictamente controlados para cada momento y situación».

También el concejal cuestionó la legitimidad del proceso judicial liderado por el ministro Alexandre de Moraes, a quien acusó de mantener a su padre encarcelado, pese al agravamiento de su estado físico.

«Resiste no solo la fragilidad de su cuerpo, sino también las ilegalidades que lo mantienen encarcelado (…) ¡no se trata de ser de derechas ni de izquierdas, sino de humanidad!», expresó.

Bolsonaro padre no ha comparecido presencialmente en ninguna de las audiencias celebradas esta semana y, según su defensa, tampoco lo hará el 9 de septiembre, cuando se reanuden las sesiones con la lectura de votos de los jueces.

Su abogado, Paulo Cunha Bueno, indicó que el expresidente permanecerá en reposo absoluto, siguiendo recomendaciones médicas.

La sesión de este miércoles marcó el cierre de la etapa en la que los juristas defensores de los acusados presentaron sus alegatos orales.

A partir del martes, los magistrados del STF comenzarán a emitir sus votos, lo que podría definir la condena o absolución de los implicados.

El primero en votar será De Moraes, quien también actúa como relator del caso.

La Fiscalía General solicitó la condena de Bolsonaro como autor intelectual del intento de ruptura institucional, mientras que la defensa insiste en su inocencia.

Durante su intervención, el staff jurídico del exmandatario pidió su absolución, centrando su estrategia en desacreditar el acuerdo de delación premiada firmado por el teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsomaro, y en cuestionar la validez de las pruebas reunidas por la Policía Federal y la Fiscalía General.

Los abogados sostienen que no existen elementos objetivos que vinculen directamente al exjefe de Estado con un plan para subvertir el orden constitucional, y alegan que el proceso ha sido guiado por motivaciones políticas.

A pocos días del inicio de la deliberación judicial, la imagen de Bolsonaro aparece cada vez más debilitada, tanto en lo físico como en lo político.

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